Operación Red Wings
Afganistan, Base de Jalalabad: eran las 18:00 del 27 de junio de 2005 cuando el jefe de operadores del equipo 10 de los SEAL de la Armada de los EE.UU, el Teniente Comandante Erik S. Kristensen de 33 años, tomaba la palabra en el briefing con todos los operadores previa a la misión de contra insurgencia, que tenía como objetivo la captura o eliminación del jefe taliban Ahmad Shah, y que actuaba en la zona de Sawtalo Sar en la provincia de Kunar al norte de Afganistán, muy cerca de la frontera con Pakistán.
Ahmad Shah había lanzado ataques y causado días antes numerosas bajas de soldados norteamericanos desplegados en el conocido y conflictivo Valle Korengal, en la provincia de Kunar, y se tenía información de que al parecer se encontraba en esos momentos en una de las pequeñas aldeas de montaña de la zona, concretamente en Shalar Ban. El TC Kristensen informó de la situación y seleccionó a cuatro operadores SEAL para realizar en primer lugar la misión de infiltración, localización y ubicación del objetivo, para posteriormente llevar a cabo el traslado de la fuerza restante para capturar o en su defecto, eliminar al máximo número de talibanes.
Los cuatro operadores elegidos eran: Teniente Michael Murphy y lider del equipo, Matthew G. Axelson, Danny Dietz y Marcus Lutrell, ellos eran los responsables de preparar la operación que fue denominada con el nombre en clave de Red Wings o Alas Rojas, donde establecieron las fases y protocolos de comunicación y coordinación con el puesto de mando.
foto: los cuatro miembros SEAL de la operación Red Wings
Una vez finalizado el brifieng de misión, todos los operadores prepararon sus pertrechos para aguardar la llegada de la noche, momento en el partieron en dos helicóptero MH-47 Chinook rumbo al punto de inserción designado, muy cerca de una cumbre de casi 3.000 mts de altura, donde los 4 operadores se descolgaron con cuerdas, y en plena oscuridad en el punto de inserción previsto sin novedad.
foto: mapa de ubicación de la zona
Después de comprobar que todo estaba tranquilo, sin hacer ruido y gracias a las gafas de visión nocturna comenzaron a realizar el largo paseo de varias horas por el itinerario previsto hasta el punto de observación con las primeras luces del alba. Decidieron el mejor punto que les permitiera tener control visual de todo el valle. Estaban a mucha altitud aún (mas de 2.500 mts), pero podían ver muy abajo en el valle la pequeña aldea Shalar Ban.
Una vez montaron varios puntos de seguridad y vigilancia, sacaron sus dispositivos de visión a largas distancias y exploraron la zona de la aldea para tratar de localizar al objetivo. Increíblemente fue más fácil de lo que se imaginaron, en pocos minutos pudieron identificar a un gran grupo de talibanes armados y a su líder.
Danny Dietz era el responsable de las comunicaciones, había sido el encargado durante toda la caminata nocturna de comunicar con el puesto de mando, y mantenerles informados de su posición cada vez que llegaban a los puntos acordados. Ahora tenía que comunicar de nuevo para informar de los progresos de identificación y ubicación del objetivo y esperar órdenes, pero comenzó a detectar que su aparato de radio no conseguía establecer comunicación. Quizás la ubicación entre altas montañas del equipo era la causante de la falta de cobertura. Durante la marcha de aproximación no tuvieron problemas en las comunicaciones debido a que una aeronave hércules C130 de las fuerzas aéreas de los EE.UU sobrevolaban su posición y hacían de «repetidor» en sus transmisiones con el puesto de mando.
El equipo SEAL es descubierto
¿Que decisión debían tomar?
Operación Red Wings al descubierto
¡¡No pares de luchar!!
La lucha era muy intensa. Trataron de proteger su posición y cuidarse uno a otro cuando comenzaron a recibir en sus cuerpos los primeros impactos de proyectil, mientras se daban cuenta que comenzaban a ser acorralados y empujados hacia uno de los acantilados que tenían a su espalda. Con todos los puntos cardinales inviables para escapar, su única salida era llegar hasta el borde del barranco y saltar al vacío. Eso hicieron no sólo una vez si no en dos ocasiones. La lucha era infernal, el enemigo era manifiestamente superior y pese a ello conseguían hacerles muchas bajas.
A esas alturas del combate, y después de varias horas de intensa lucha en las laderas verticales, los 4 SEAL tenían los cuerpos destrozados por las múltiples caídas por los barrancos, las heridas de proyectiles de los AK47, y de la metralla producida por las granadas RGP que los talibanes les lanzaban sin descanso. La situación del equipo era tan dramática que el primero en fallecer fue el operador de radio Danny Dietz.
Después de arrojarse al vacío en el segundo barranco sus miembros no respondían, el Tte Murphy tenía varios impactos tanto en el abdomen y uno de sus pies estaba completamente destrozado, Matthew Axelson impactos de bala en su cabeza y otra parte del cuerpo y Marcus Luttrell además de impactos de bala tenía una pierna y la espalda rota.
Tenían que tratar de establecer contacto y pedir ayuda como fuera, y el Tte Murphy finalmente lo consiguió vía satélite antes de fallecer, la ayuda ya venía de camino pero quizás no llegaría a tiempo. Marcus Luttrell y Matthew Axelson estaban solos, y soportaron otra brutal carga de los talibanes. Para colmo, el enemigo disfrutaba de la parte alta de la montaña, más fácil de defender y atacar, mientras que ellos dos sólo les quedaba separarse y seguir bajando, confiando en tener suerte y difuminarse en el bosque, desaparecer. Matthew Axelson no tuvo suerte, sus perseguidores le dieron caza. Días después encontraron su cuerpo con múltiples impactos, varios en la cabeza. No tenía ningún cargador ni munición, no dejó de «luchar hasta el final» como dice el lema del equipo.
foto: ruta de escapa y evasión de Marcus Luttrell y Matt Axelson
Después de varias horas de escapada en solitario, Marcus Luttrell escuchó primero y vio después a los dos Chinook MH47 de ayuda, mientras uno de ellos trataba de tomar tierra para dejar al equipo SEAL de ayuda fue derribado por una granada RGP. Marcus vió atónito como explotaba y se despeñaba por la montaña entre llamas con todos sus compañeros y hermanos de armas en su interior. Pasó la noche escondido sin moverse pese al insufrible dolor en todo su cuerpo por las heridas, y tuvo la fortuna de que sus perseguidores le dieran por muerto y dejaran su búsqueda, ya que dedujeron que pronto el monte estaría lleno de soldados americanos.
foto: restos del MH 47 Chinook derribado
Con las primeras luces del alba se puso en marcha con una dirección incierta, hasta que de pronto se encontró a un hombre al que Marcus le confundió inicialmente con un taliban, y éste no sabía como convencerle de que no lo era. Gulab era su nombre. Ayudó a Marcus a caminar hasta la aldea y le acogió en su casa antes de dar aviso a la base norteamericana mas cercana.
foto: marcus Luttrell y Gulab
El 29 de junio llegaron a la zona varios helicópteros del 75 regimiento de los Ranger para localizar a los fallecidos en la explosión del Chinook, y también para evacuar a Marcus Luttrell, único superviviente de la operación Red Wings. El número total de fallecidos tanto SEAL como miembros Night Stalkers (acechadores nocturnos) de la tripulación del MH47 fue de 19. Se estimó con posterioridad que el número de talibanes era superior a 150. Años después Marcus invitó a los EE.UU a su amigo y salvador Gulab.
Video real del combate realizado por los talibanes
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