Cuéntanos tus vivencias, anécdotas y experiencias.

Sois muchos los que nos hacéis llegar a VETPAC contenido con el fin de publicar vuestras anécdotas, experiencias y recuerdos de veterano etc… de vuestro paso por las distintas unidades, ya sea en la BRIPAC, en el EZAPAC, EADA, antiguas Coe´s/Goe´s y su evolución y reestructuración posterior en el MOE, en la UOE de la FGNE de la Armada o en los cuerpos de seguridad como el GEO, GAR y UEI.

Aprovechamos para animaros a ellas y ellos a seguir enviándonos vuestras propuestas, recordando que los temas deben de ser de interés general, es decir, de interés para todo tipo de veteranos/as independientemente del destino, unidad y Ejército o Armada, aunque se haga referencia a tu unidad, con el fin de pueda ser compartida con otros al verse reflejados en ellas. Sin hablar de política o sea mal sonante.

Hoy publicamos las vivencias y recuerdos de Mikel Olivares, veterano que realizó su período militar durante una etapa convulsa clave política y socialmente muy distinta a la actual. A los más veteranos les traerá algunos recuerdos, y a otros que realizaron cursos de APM/HALO seguro que también tanto en el ET como en el EA. Te dejamos con los recuerdos de Mikel….

Hoy: curso y formación paracaidista HALO en los años 70 en España

Estimados compañeros de Armas, activos y veteranos, mi intención es ilustrar un poco sobre el inicio de los saltos HALO en España, a principios de los años 70 del siglo pasado. Quiero pediros un poco de compresión si veis algún tipo de error o gazapo en mi relato, tened en cuenta que sólo dispongo de mi memoria y mis recuerdos a los que recurrir, y han pasado más de 45 años desde entonces.

También quiero pediros que hagáis un esfuerzo, sobre todo a los que por edad no vivieron en esa época, y tratéis de imaginar una España muy diferente a la actual: social, política, económica, culturalmente, etc. Esto viene a cuento para ver la carencia de medios de que disponíamos en la Brigada Paracaidista. Y se supone que éramos una de las unidades más preparada del Ejército. Este relato se circunscribe a un tiempo muy especial y casi diría que dramático, que va desde el abandono del Sáhara hasta la muerte de Franco, periodo corto de tiempo pero intenso en cuanto a hechos ocurridos. Afortunadamente hoy superados, y quedan como una historia muy lejana.

Recién llegados a Alcalá de Henares a finales de 1975, sin apenas darnos tiempo para aclimatarnos al frío mesetario, nos comunican a dos Cabos 1° y a un Cabo, que abandonemos la zona de maniobras de San Gregorio y regresemos a Alcalá que vamos a hacer el Curso HALO.

Fotos: Izq. Mikel Olivares. Dcha. Jose A. Conde Cid (actor, fallecido en 2011) y Mikel Olivares

Equipamiento HALO de los años 70

Para ponernos en situación quiero recalcar el equipamiento de que disponíamos:

– El uniforme: El de faena, una especie de buzo de papel blanco que se ponía debajo del uniforme y protegía del aire y un mono de salto manual. Imaginad el frío que pasábamos al saltar.

– Paracaídas: Usamos un EFA, que la campana era idéntica al automático pero con dos ranuras traseras que nos permitían hacer giros y nada más. Al menos podíamos tomar tierra contra viento. En el curso HALO nos proporcionaron el Paracomander, imagino que para contentar a los instructores.

– Avión: Imaginad, casi sin solución de continuidad pasamos del DC-3 al Hércules. El aparato era un C-130 Hércules, Black Bird… No, no me confundo con el SR-71. Iba pintado de negro, con alguna mancha verde muy oscuro, sin escarapelas visibles. Tenía en el morro un bigote. El bigote de este tipo de Hércules eran unas especie de antenas que llevaba en el morro recogidas hacia atrás, cuando necesitaba usarlas para recoger a una persona o un bulto las desplegaba hacia delante y las ponía haciendo un ángulo…..

Fotograma película Green Berets 1968 ambientada en Vietnam. Sistema de extracción de prisioneros (persona de naranja) desde tierra mediante globo

…entre las cuales atrapaba un cable sustentado por un globo en el que iba enganchado para recoger la carga, enganchaba y a la vez cortaba el cable liberando el globo, después desde la rampa soltaban un gancho que cogía el cable y lo subían a bordo una vez dentro se desprendían del cable que aún permanecía enganchado en el morro del avión) para recuperar personal o cargas en tierra mientras el avión vuela rasante.

Fotograma película Green Berets 1968. Sistema «bigote» fijado en Hércules C130, atrapa el cable de extracción

La mitad de la bodega de carga iba repleta de aparatos electrónicos, iba cerrada, no teníamos acceso a ella. Se comentaba que eran aviones de la USAF, pero eran operados por personal de la CIA en misiones de espionaje. Por supuesto con su batería de botellas de oxígeno.

– Los monitores: eran un equipo de Boinas Verdes recién llegados de Vietnam, la mayoría de ellos hispanos.

El primer contacto con la realidad HALO comenzó en el CIMA (Centro Investigaciones Médico Aeronáuticas) para la revisión médica y pruebas de descompresión. Recuerdo especialmente la descompresión explosiva, la explosión que produce y la niebla que origina. No niego que me pegué un susto de aúpa en ese momento.

Y por fin llega el día de la verdad. Nos trasladamos a la Base Aérea de Torrejón. Nos esperaba el equipo americano. Nos distribuyeron cascos, mascarillas y bombonas de oxígeno. Tras un breve briefing de uso, todos a embarcar. A título personal he de decir que también estaba en el grupo mi hermano.

El plan era volar hasta la vertical de una zona próxima a Totana- Murcia y realizar un primer salto a 5.500 mts. con oxígeno. He de resaltar sobretodo la novedad del paracaídas Paracomander, era otro mundo comparado con el EFA que utilizamos habitualmente. Y la manera de plegarlo, era sumamente fácil y muy fiable. En ese momento empecé a distinguir entre las «escuelas» americana, la francesa y la forma de entender el paracaidismo de ambas, cosa que se fue ampliando sobre todo en la vida civil una vez licenciado.

Este primer salto fue bastante normal a pesar del oxígeno y la altura, tened en cuenta que todos los saltos los hacíamos a 2.000 mts. nada más. Una vez reagrupados embarcábamos de nuevo hacia San Javier, cerca de la Academia General del Aire, donde nos estaba esperando el Black Bird. De nuevo arriba, y esta vez a unos 8.000 mts.

Los recuerdos son un tanto confusos. Sobre todo mucha incomodidad, los cascos no se ajustaban muy bien, molestias cuando nos colocábamos la mascarilla y enchufábamos y respirábamos el oxígeno del avión. Las gafas siempre empañadas. La descompresión antes del salto. Y el «miedo» en la salida. Salíamos por la rampa naturalmente, pero en “mogollón”, se colocaba una fila de cuatro hombres en el borde de la rampa el primero y el último se agarraban con una mano a cada lado del portón, y así fila tras fila hasta completar todos los saltadores. A la hora de saltar, la última fila empezaba a empujar y echaba literalmente a todos del avión, o sea… podéis imaginar el follón que se organizaba en los primeros momentos en el aire.

Gracias a Dios no hubo ningún incidente grave salvo alguna patada que otra. Con los paracaídas de la época era la única forma de garantizará una buena agrupación en la toma de tierra. Creo recordar que se consideraba un buen reagrupamiento si todos caían dentro de un círculo con un diámetro de 1 Km.

Y esta fue la tónica durante dos semanas. Dos saltos diarios era una paliza ya que salíamos del cuartel por la mañana muy temprano y regresábamos ya de noche entrada. Como secuelas del curso recuerdo, una sinusitis aguda, y las quemaduras en el cuello y las muñecas a causa del intenso frio. Llegamos a saltar a 8.800 mts. de altura parece ser que en aquel momento era record europeo de salto.

Como colofón del curso, hicieron una demostración de recogida de una carga en tierra. Era alucinante ver el avión en vuelo rasante dirigiéndose hacia el cable que conecta la carga al globo y como lo atrapa el avión con el bigote para después con un cabrestante meterlo en el interior del avión. Originalmente se uso para extracciones de personal del interior del territorio enemigo, Guerra de Vietnam.

Como podréis imaginar, algunos lo habréis sentido, el orgullo que se siente cuando se termina y puede lucir en la pechera el Indalo HALO y el Sky Master americano.